sábado, 26 de febrero de 2011

El sentido del humor no riñe con la economía


Leopoldo Abadía, es Ingeniero Industrial y fue profesor del IESE de la Universidad de Navarra.
Es capaz de explicar de forma profesional, atractiva y sencilla temas de economía que a veces se nos pueden hacer arduas de comprender.

Si quieres una clase magistral de economía, en la que aprender y reír al mismo tiempo, este video de hace unos años, nos trae al recuerdo cómo funciona la hipoteca en nuestro país. Temas que no pasan de moda.




En este caso el problema de las hipotecas y la figura del Ninja
Leopoldo Abadía invitado al programa de BFN
7 minutos aprox.




sábado, 19 de febrero de 2011

No se trata de hablar bien, simplemente de no hablar mal de otro

- ¿Sabes, Sócrates, lo que acabo de oír sobre uno de tus discípulos?
- Antes me gustaría que pasarlas la prueba del triple filtro. El primero es el de la Verdad. ¿Estas seguro de que los que vas a decirme es cierto?
- Me acabo de enterar y...
- … o sea, que no sabes si es cierto. El segundo filtro es el de la Bondad. ¿Quieres contarme algo bueno sobre mi discípulo?
- Todo lo contrario.
- Con que quieres contarme algo malo de él y son saber si es cierto. No obstante aún podría pasar el tercer filtro, el de la Utilidad, ¿me va a ser útil?
- No mucho.
- Si no es cierto, ni bueno, ni útil, ¿para qué contarlo?
Diálogos de Sócrates
Los tres filtros

Un valor que no pasa de moda pero que nunca parece estarlo. Me refiero a hablar bien de los demás. Interpretamos, cada día, alguno de estos papeles o ambos.  
La observación, la experiencia y el sentido común nos lleva a la misma conclusión y es que una persona que habla mal de otra, sea en grupo o en privado, está predestinada a generar desconfianza.
Esto no supone ocultar la realidad o decir medio verdades, implica únicamente ser justos, críticos y constructivos en su justa medida.

lunes, 7 de febrero de 2011

Ante las cifras de paro, mejor no quedarse parado

Generación perdida, fuga de cerebros, paro… La crisis lleva de la mano todas estas connotaciones y realidades para el profesional joven, que tras varios años de preparación, se encuentra con el panorama de un desolador mercado laboral en el que parece estar prohibido conceder oportunidades.
Crisis, la palabra que probablemente más se lee, dice y escucha de los últimos meses. Al escucharla, en lugar de pensar en ella como lo que es, una mutación importante en el desarrollo de cualquier proceso, tendemos a observarla desde el punto de vista del vaso medio vacío. Parece inevitable pensar en negativo.
El término crisis, en japonés,  está compuesto por dos caracteres; peligro y oportunidad.  Jose Manuel Durao Barroso, Presidente de la Unión Europea calificaba, en el mes de enero, de escandalosas las cifras de paro juvenil que presentan algunos países de la Unión Europea, en las que España va en cabeza con más de un 40%.
Un 15% de los jóvenes españoles ni estudian, ni trabajan y el abandono escolar es del 30%.
Sin embargo, los datos, no son el peligro, el peligro está en despreciar  la oportunidad de un periodo de cambio.
Es un buen momento para continuar formándose, viajar, mejorar y perfeccionar idiomas. El tiempo invertido en formación es tiempo ganado, mejor dicho; el tiempo no invertido en formación, es tiempo perdido. Teniendo siempre presente que no hay que ocupar el tiempo arbitrariamente, sino pararse a reflexionar sobre las cualidades y carencias de uno para elegir adecuadamente y aprovechar el tiempo eficientemente.
El mercado laboral cruza nuestras fronteras, existe una alta demanda de profesionales cualificados en otros países.
Lo verdaderamente importante, en una época cuyo  aspecto central es la crisis, es decir,  oportunidad o peligro, es intentar, ante todo, no dejar de ver la oportunidad. No quedarse parado.