lunes, 27 de abril de 2015

Los grandes gestores de la organización: los mandos intermedios

El pasado 21 de abril, la Escuela de Organización Industrial acogía la jornada "Organizaciones inteligentes y colaborativas" destacando la figura del empleado, mando intermedio, como eslabón imprescindible para procurar la eficiencia en la organización, también se abordó el impacto del marco laboral en las organizaciones y se trasladó la idea de felicidad productiva.

Los asistentes tuvieron la oportunidad de participar en una interesante jornada en la que la figura del profesional  se posiciona como centro de la organización y la satisfacción de los empleados resulta rentable para la empresa.

Fernando Gastón, Ingeniero Industrial y socio fundador de Apertia Consulting, presentó un nuevo modelo para mejorar la eficiencia en las organizaciones, ya que según afirmaba "una teoría bien aplicada funciona".


La sociedad actual tiene dificultades para enfrentarse al cambio, para adoptar ideas nuevas que generen cambio. "Tan solo el 17% de personas del mundo son capaces de adoptar nuevas iniciativas", afirma Gastón.


Un problema bastante común en casi todas las empresas es que delegan en los mandos intermedios demasiadas responsabilidades y éstos, a pesar de recibir formación, no terminan de desempeñar correctamente su nueva faceta. El problema real no es que la formación sea escasa sino que estos mandos intermedios pasan de no tener ninguna responsabilidad a tener todas las responsabilidades, debiendo liderar un equipo, gestionar conflictos, impartir formación a su equipo...



Otro de los problemas que tienen las empresas es que invierten mucho capital en tecnología pero invierten poco en cómo utilizarla correctamente. Para solucionar este inconveniente hay que enfocarlo de otro modo e invertir en capital humano, en los empleados, ya que ellos son los que verdaderamente van a hacer progresar a una empresa y conseguir que ésta sea eficaz y ágil.


Por ello, para Gastón, es imprescindible que los  niveles bajos e intermedios se impliquen en la toma de decisiones. Es mucho más rentable crear un equipo en el que las áreas de actuación estén repartidas que tan sólo sea uno el que se encargue de todas las responsabilidades.


Fernando Gastón además, propone una transformación en los roles de los trabajadores. De jefe y gestor a facilitador, de mano de obra a cerebro de obra. Es importante que el trabajador aprenda a ser su propio jefe, y  conseguir influir en su equipo sin ostentar un poder jerárquico.
 
 
Como principales conclusiones en su intervención, Gastón destaca las siguientes:
  • Según la gestión tradicional, el trabajador está en el fondo de la organización, mientras que la gestión inteligente se caracteriza porque el trabajador está en el centro de la misma (relación vertical, frente a una relación horizontal),
  • Sólo un 17% de las personas están dispuestas a realizar cambios, pero este pequeño porcentaje se enfrenta a dificultades para poder implementarlas,
  • Si se rompe con el punto de vista convencional sobre los problemas, aparecen nuevas soluciones,
  • Los mandos intermedios no tienen dificultades por falta de formación, sino porque se les pide demasiado,
  • Por culpa de ello se convierten en cuello de botella: Generan falta de implicación de los equipos operativos; ralentizan la solución de problemas; provocan opacidad sobre lo que realmente pasa.
  • Las organizaciones inteligentes plantean nuevas formas de canalizar el valor añadido a los trabajadores: El trabajador es el protagonista y tiene la iniciativa; la comunicación es más rápida: distancias cortas; las decisiones se toman más rápidamente; son más transparentes.

La clave, en definitiva, está en que el responsable de la organización se comporte como un facilitador y los mandos intermedios se comprometan y tomen decisiones.

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